Llevo usando AG casi dos años y sigo comprando la misma cantidad de CDs que antes. Sin embargo, la diferencia está en que desde entonces no he vuelto a sintonizar emisoras de radio comerciales, he descubierto grupos que antes no conocía y es precisamente esta música la que he comprado. Es decir: la cuestión que preocupa a la RIAA no está tanto en CUÁNTO vende, sino en QUÉ vende.

LA OFERTA:
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A las discográficas no les interesa los artistas, no pueden obligar a un creador a sacar un trabajo al año ni a someterse a sesiones continuas de fotos o a entrevistas pueriles. No pueden soportar que un grupo tarde una década en sacar un nuevo trabajo o que otro se niegue a hacer el payaso para un videoclip o que un tercero se retire justo cuando empieza a vender o que un cuarto cambie de estilo cuando tenía su nicho de mercado. Las discográficas no saben lo que venden -música, no CDs ni hamburguesas-.

A las compañías les viene mejor poner niñatos en el estudio con vergonzosas canciones prefabricadas, peinarles y vestirles y sonarles los mocos, y enseñarles estúpidos pasos de baile. Así saben cuántas hamburguesas pueden llegar a vender al año.

LA DEMANDA:
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Todo el plan de las discográficas depende pues de los CANALES DE DIFUSIÓN. Las compañías han terminado por creer que las ventas dependen de la promoción que ellos hagan del producto y no del producto (de hecho apelan a lo mucho que invierten en ello). Piensan que poniéndonos sus basuras una y otra vez por la radio, la TV y la prensa escrita llegaremos a elegir una u otra y la compreremos gustosos. En este estado de cosas, no les preocupa que comparemos entre su música y la Música ya que basta con no promocionar ésta para que, en menos de una generación, nadie sepa que hay alternativas de calidad en el mundo (es decir: la industria quiere terminar con los músicos, así de claro: podemos ver con qué porcentaje de los ingresos les pagan, pero basta con pensar un poco más para tener claro que para las discográficas los creadores son perjudiciales).

EL PROBLEMA:
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El problema estriba en el nuevo medio que es internet cuando se combina con la tecnología MP3: aparece un nuevo canal, libre y no controlado y, además, a escala mundial. ¿Dónde queda el plan de la industria si cualquiera puede exponer sus trabajos ahí, recomendar boca-a-boca dónde está lo bueno y comparar con lo que nos pretenden vender? Pues que el esfuerzo por aborregar a la población puede ser inútil.

Han sustituido con éxito a los creadores por los títeres en su propaganda tradicional y ahora resulta que aparece un canal en el que prima la libertad de expresión y la libertad de elección... demasiadas libertades cuando han puesto todo el dinero en el control de los medios.

Por ello ahora ponen su empeño en hundir cada iniciativa que surja en este medio: porque han hecho una apuesta equivocada, basándose en que pueden: 1) sustituir a los músicos con títeres, controlar la oferta; 2) atontar a los consumidores, controlar la demanda.

Si aguantan una docena de años a base de pleitos, creo que pueden lograrlo. Es ahora o nunca y la clave está en el punto 2).

RESUMEN:
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NEGOCIO vs MÚSICA A la RIAA le preocupa su negocio y la Música es su competidora.

OFERTA-TÍTERES vs OFERTA-ARTISTAS La RIAA le basta con hundir un par de generaciones de artistas.

MERCADO vs LIBERTAD No existe el libremercado, no conviene la libertad de elección ni la competencia.

CONSUMIDORES vs CONOCEDORES En nuestras manos está no comprar sus hamburguesas. Ahora.